Un monasterio de Irak pudo celebrar Misa por primera vez en 20 años. Después de dos décadas de guerra y luego de haber sido un depósito de armas de ISIS, esta comunidad católica de Mosul pudo volver a presenciar la celebración eucarística.

“Después de 2003, como cristianos, solíamos quedarnos en casa durante largos períodos y deliberadamente no ir a iglesias y monasterios debido a las malas condiciones de seguridad y las amenazas a los cristianos”, dijo Hamid Tuzi, de 31 años, a Al Jazeera.

“Los cristianos fueron atacados con frecuencia, muchas personas fueron amenazadas y emigraron, y muchos sacerdotes fueron asesinados”, agregó.

Este monasterio celebró Misa por primera vez después de 20 años de guerra

En 2003, con la invasión de Estados Unidos a Irak, comenzó un período de guerra incesante que empeoró con la llegada de ISIS. Entre el años 2014 y 2017, las milicias del Estado Islámico controlaron la ciudad de Mosul, miles de cristianos emigraron y el Monasterio de San Miguel (Deir Mar Mikhael) quedó bajo su control.

ISIS saqueó todas las propiedades del monasterio y deliberadamente lo destrozó y distorsionó con graffiti. El monasterio también fue bombardeado por aviones porque ISIS se refugiaba en él y lo usaba para almacenar armas y fabricar explosivos”, comentó Najib Mikhael Moussa, arzobispo de la diócesis católica caldea de Mosul y Aqra.

Pero después de 20 años -y seis de la liberación del Estado Islámico-, la comunidad católica pudo volver a celebrar Misa en este edificio en ruinas.

Aquí puedes ver algunas imágenes de este momento

La misa dominical estuvo a cargo del arzobispo Moussa acompañado por el obispo de Alqosh, monseñor Paolo Thabit Mekko.

Seis años después de la liberación de Mosul, sólo 50 familias han regresado de los 50.000 cristianos que vivían allí antes.

Ezzat Sami, de 69 años, le expresó a Al Jazeera su felicidad “de que podamos volver a misa después de mucho tiempo y recordar los viejos tiempos y recordar a nuestros familiares que fallecieron o que se fueron de Irak. Me acordé de mi padre fallecido”.

“Recuerdo la última vez que vinimos al monasterio antes de la caída de Irak en manos de los EE. UU. Solíamos venir todos los años al comienzo de la primavera. Asistíamos a misa y luego hacíamos un picnic. Nos reuníamos en el patio del monasterio. Llevábamos comida con nosotros y nos quedábamos hasta que se ponía el sol”, comentó.

Esta liturgia será el comienzo de la reconstrucción del monasterio en un futuro cercano y el regreso de las oraciones con las donaciones de los hijos y creyentes de la iglesia“, expresó el arzobispo Najib Mikhael Moussa.

¡Oremos por los cristianos perseguidos!

Este artículo fue traducido y adaptado de Al Jazeera.

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