Con la pandemia, muchos sacerdotes llevaron la confesión a la calle, pero este párroco lo viene haciendo hace 18 años. Su nombre es Michele Madonna, y es cura en tres parroquias de Nápoles, en Italia.
“Si la Iglesia es, como dice el Papa, un hospital de campaña, significa que nosotros debemos serlo dos veces en este momento histórico”, dijo el sacerdote al sitio italiano Avvenire.
El padre Michele, desde hace 18 años confiesa personas que se acercan a él en el espacio público. Junto a su confesionario improvisado, un grupo de jóvenes de una de las parroquias anuncian el Evangelio a los transeúntes a través de representaciones teatrales inspiradas en algunos pasajes bíblicos.
Sacerdote confiesa en la calle: “Llega gente que se había unido a sectas satánicas”
“Esta cuarta ola está alejando a la gente de los Sacramentos -dice el párroco napolitano-. Cada vez menos personas van a la iglesia para asistir a Misa y acercarse al Sacramento de la Penitencia”.
“Sin embargo, cuando bajo a la calle a confesar, noto la necesidad de Dios de la gente, nunca tengo un minuto libre cuando estoy allí: muchos sienten, al verme, la necesidad de acercarse al Sacramento. Venía gente que se había unido a sectas satánicas, pertenecientes a la Camorra… Vi gente perdonando de corazón a los asesinos de sus padres…”, comenta emocionado.
Para el sacerdote, la pandemia no fue del todo mala desde el punto de vista espiritual. Según él, “La Iglesia, en el curso de esta pandemia, corría el grave riesgo de una desaceleración desde abajo. Muchos cristianos han ido en sentido contrario al indicado por el Papa y los obispos. En cambio, este tiempo también debe verse como una oportunidad”.
En el mismo sentido, comentó en el periódico Napoli Today que “las personas con las que me encuentro todos los días llevan mucho dolor por dentro. Sienten el dolor de estos años porque esta emergencia sanitaria ha provocado divisiones, angustias y soledades. Y Dios es una respuesta”.
“Mi estilo no es otro que el estilo de Jesús: la calle es el lugar privilegiado de su anuncio. Esto no significa menospreciar los lugares sagrados. Está mal estar solo en nuestras iglesias“, expresa.
Además de su trabajo en las parroquias, el padre Michele administra su página La Risposta Di Dio, que cuenta con 21.000 seguidores y desde donde comparte sus homilías. A pesar de aprovechar las ventajas de la tecnología al servicio de la evengelización alerta: “Se corre el riesgo de perder la dimensión comunitaria de la Iglesia. Las redes sociales son importantes, pero no pueden sustituir a la comunidad”.
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