Seis religiosas del convento de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Sagrada Familia de María, en Curitiba, Brasil, fallecieron en menos de una semana, cinco de ellas víctimas de COVID-19.

En una ola de contagios que afectó a la institución, otras religiosas también se contagiaron y algunas fueron ingresadas en la UCI.

Según sor Madalena Ryndack, poco a poco y “con las oraciones de muchos amigos” la situación ya está “volviendo a la normalidad”.

6 religiosas del mismo convento fallecen en menos de una semana

El 28 de agosto falleció sor Helena Glovacki, de 95 años y 74 años de vida religiosa. El 29 de agosto fue la Hermana Elizabeth Tartas, de 94 años y 64 años de monja. Al día siguiente falleció sor Marieta Bet, de 88 años, de los cuales 70 se dedicaron a la vida consagrada. El 31 de agosto falleció sor Sofía Culaves, de 78 años y 65 años de vida religiosa. El 2 de septiembre falleció sor Stella Albina Franzoi, a los 87 años, 65 de ellos dedicados a la vida consagrada.

El 1 de septiembre falleció sor María Catarina da Silva, de 70 y 46 años. Según las Hermanas Franciscanas, había estado internada durante 47 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con complicaciones de un tumor hipofisario, sepsis e insuficiencia renal.

Sor Madalena Ryndack le dijo a ACI Digital que para la congregación, “los días fueron muy difíciles, con las hermanas agonizando, los entierros, otros aislados”. Según comenta, las religiosas no saben cómo el virus llegó al convento, y  padecieron “un brote, una situación casi incontrolable, pero logramos cuidar a las hermanas y estamos saliendo de esta situación”. Al mismo tiempo aclaró que todas las hermanas fallecidas eran ancianas y tenían una salud vulnerable.

Según ella, ahora, algunas hermanas que estaban aisladas por el COVID-19 ya están terminando su cuarentena y, de las que fueron hospitalizadas, solo una sigue en la UCI. “Otras dos están en el pabellón y uno todavía puede ser dada de alta hoy (3 de septiembre)”, dijo.

La religiosa comentó que durante esta tragedia, pudo “sentir con mucha fuerza la unidad de nuestra congregación. Muchas hermanas vinieron a ayudar, enviando comida ya preparada. Todo esto nos pone de pie y nos hace creer cada vez más en la vida consagrada y que Dios no nos abandona”.

Además agradeció porque su congregación recibió “mucha fuerza y ​​oración de las comunidades vecinas, de los amigos. Esto ciertamente nos fortaleció mucho”.

¡Oremos por las religiosas de esta congregación!

Este artículo fue traducido y adaptado de ACI DIgital.

Síguenos también en:

Telegram
Gab
Instagram
Twitter

[Ver: Las 5 hermanas que se convirtieron en monjas en 2 años]

[Ver: Conoce a la que podría ser la primera santa de la Generación X]

Comparte