Ser activo en la vida beneficia al cuerpo y al alma. San Juan Pablo II amaba esquiar (una de las muchas cosas que amaba). El mismo amor que tenía Pier Giorgio Frassati y Santa Gianna Beretta Molla por la escalada de montaña, así como a Beata Chiara “Luce” Badano por el tenis.
Estar “fitness” se ha puesto de moda, y mucho intentan tener una vida activa, saludable, y llena de deporte. Lamentablemente, en muchos casos se ha caído a una idolatría del cuerpo
¿Se puede encontrar un camino en medio, donde se ejercite adecuadamente el cuerpo, sin ponerlo en un pedestal?
Pues sí, esta combinación existe, y se le ha llamado “Fathful-Fitness” (Fitness en la Fe), y hay algunos ejemplos de este alrededor del mundo:
Swole.Catholic
En este centro virtual deportivo se busca inspirar la sinergia entre la fe y el buen estado físico. Swole.Catholic, es una plataforma virtual donde te ayuda a encontrar entrenadores personales católicos en los Estados Unidos.
Asimismo, brinda información sobre dietas y nutricionistas para poder ayudarte a tener una vida más saludable.
SoulCore
SoulCore es un movimiento que combina el fortalecimiento, el estiramiento y el movimiento funcional del cuerpo con las oraciones del Rosario.
Es una experiencia sensorial que combina la luz de las velas, la música, la escritura y el ejercicio, con las reflexiones del Rosario.
No es yoga, ni se refiere a sus posturas, es simplemente una invitación a descubrir la belleza del Rosario mediante un camino delicado para crecer en virtud y paz interior.
Pietra Fitness
O como Pietra Fitness, un programa de bienestar para todos aquellos que buscan la plena integración de mente, cuerpo y alma.
Donde el cuerpo entrena combinando un entrenamiento simple con oración cristiana y meditación basada en la espiritualidad católica, y donde las lecciones masculinas y femeninas se llevan a cabo por separado.
FitCatholicMom
Una ex-atleta olímpica y campeona de triatlón de invierno, Rebecca Dussault, de 39 años, esposa y madre de 6 hijos, fundó Fit Catholic Mom para revitalizar a las familias católicas a partir de la figura materna.
Una llamada de una hora a Rebecca es suficiente para describir las necesidades de la madre en cuestión, generalmente sugiriendo un programa de capacitación y alimentación de 8 semanas, con la incorporación fundamental de ejercicios de fe diarios.
