El pasado 25 de Marzo, Monseñor Jesús Juárez, Arzobispo de Sucre, Bolivia, indicó en una rueda de prensa que apoyaba, y que se debería proteger, al médico que se negó a realizar un aborto pedido por una gestante, identificada como P.A.A., al enterarse que su hijo nacería con anencefalia (falta de desarrollo en los huesos del cráneo y del encéfalo).

El médico, que es nombrado como J.N.M, se había negado a practicar dicha medida médica a pesar de que en Bolivia se acepta legalmente que una mujer pueda abortar si su hijo tiene alguna malformación congénita latente.

J.N.M trabajó como jefe interino del Servicio de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Jaime Mendoza, de la Caja Nacional de Salud (CNS), del Departamento de Chuquisaca, al sur de Bolivia. La CNS decidió suspenderlo y procesarlo administrativamente.

En la rueda de prensa Monseñor indicó:

“Mi total apoyo a todos los médicos que apuestan por la vida, según la legislación boliviana el aborto es un delito, y por tanto ninguna persona puede inducir a otra a comerte un delito que está penalizado por ley”.

Además, recordó que los médicos, al concluir sus estudios, realizan el juramento hipocrático donde prometen salvar la vida de sus paciente y no atentar contra ellos. También indicó que para él, J.N.M hizo una objeción de conciencia ante la petición de terminar con una vida.

¡Oremos por todos los médicos que se niegan a ser arrastrados en la cultura de descarte y de muerte que vivimos hoy!

 

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