Gustavo Adolfo Bécquer fue un famoso escritor español del siglo XIX. Fue poeta y narrador perteneciente al movimiento del Romanticismo, conocido mundialmente por sus rimas.

Además fue un gran devoto católico, amante de las tradiciones y de hacer cristianas todas las cosas.

Ya lo dijo César Nombela, amigo de Bécquer:
“Lo que Gustavo pretendía, era hacer un grandioso poema en el que la fe cristiana, sencilla y humilde, ofreciese el inconmensurable y espléndido cuadro de las bellezas del catolicismo.”

El escritor, dentro de este amor a la tradición católica, compuso en una ocasión un poema donde reconocía a los santos como aliados en el combate espiritual, y como intercesores ante Dios.

Aquí te compartimos tres estrofas:

Patriarcas que fuisteis la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos,
al vencedor divino de la muerte,
rogadle por nosotros.

Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo,
al que os dio fortaleza en los combates,
rogadle por nosotros.

Soldados del ejército de Cristo,
Santas y Santos todos,
rogadle que perdone nuestras culpas
a Aquel que vive y reina entre vosotros.

Para leer el poema completo entra aquí.

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