Todos recordamos a la Madre Angélica por su dulce carisma, su firme carácter y sus bromas. En muchas ocasiones contó anécdotas muy graciosas y curiosas. Una de ellas fue con el Espíritu Santo.

Contó que hace 15 o 20 años atrás, ella se encontraba muy cansada. Tanto que, a penas se echó en la cama, se quedó profundamente dormida.

Se despertó a la medianoche y volteó la mirada, hacia la Biblia que tenía al costado. De pronto, frente a ella, vio el rostro de un hombre. Era bellísimo y ella reconoció a Jesús es este. Solo que, peculiarmente, este rostro no tenía barba.

La Madre Angélica, sea por el cansancio o la emoción del momento, lo único que hizo fue decir: “¡Hola Espíritu Santo!” y se volvió a dormir inmediatamente.

Al día siguiente, se lo contó a las hermanas de su congregación. Les dijo: “Era el rostro de Jesús, pero no tenía barba… debió haber sido el Espíritu Santo”.

Acá te presentamos el divertido video

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