Cada 27 de agosto, la Iglesia celebra a Santa Mónica, una de las madres más famosas de la historia.

Santa Mónica es modelo de vida cristiana por su oración y sufrimiento constante por la conversión de su hijo, Agustín, quien sería luego uno de los más importantes santos de la historia (y cuya fiesta la Iglesia celebra el 28 de agosto… sí, un día después de su madre).

Ella esperó por muchos años la conversión de su hijo y tuvo un sueño particular que figura en su biografía. Soñó que estaba llorando en un bosque por los pecados de su hijo, que en ese momento estaba muy lejos de Dios.

De pronto, entre los árboles, un ser luminoso se le acercó y le dijo: “El hijo retornará con la madre”, y de pronto Agustín se encontraba a su lado.

Tiempo después le contó el sueño a su hijo.  “¿Ves, madre? Es que tú también serás maniqueísta”, le respondió San Agustín con ironía. Sin embargo, ella fue quien lo dejó sin palabras: “En el sueño, se dijo que era el hijo quien retornaría a la madre… no al revés”.

Pasaron nueve largos años después del sueño, cuando Santa Mónica recibió la visita de su hijo confesándose cristiano.

Su sueño se hizo realidad y ella ya había cumplido su misión en esta vida: “¿Y a mí que más me amarra a la tierra? Ya he obtenido de Dios mi gran deseo, el verte cristiano”, le dijo.

Santa Mónica enfermó al poco tiempo y murió en el año 387, el mismo año en que San Agustín se convirtió. Ella tenía 55 años y él 33.

“Como dirá después san Agustín, su madre lo engendró dos veces; la segunda requirió largos dolores espirituales, con oraciones y lágrimas, pero que al final culminaron con la alegría no sólo de verle abrazar la fe y recibir el bautismo, sino también de dedicarse enteramente al servicio de Cristo”, cómo indicó Benedicto XVI.

Santa Mónica alienta a las madres angustiadas porque sus hijos se encaminan por senderos equivocados, a no desalentarse, a confiar en Dios y aferrarse a la oración.

Pidamos a Santa Mónica que interceda por las madres que tanto sufren debido a las malas decisiones u opciones de sus hijos.  

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