La Coronilla de la Divina Misericordia fue la oración que el mismo Jesús enseñó a Santa María Faustina Kowalska.

Jesús le dijo en una visión que quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte:

«Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado. (…) Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia». (Diario de Santa Faustina).

¿Quieres saber cómo se reza esta coronilla? Acá te lo explicamos:

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.

1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:

“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero.”

3. En las cuentas pequeñas del Ave María:

“Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.”

4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero.”

¡La Coronilla de la Divina Misericordia es un regalo de Cristo para nuestra salvación!

[Ver: ¿Por qué Dios permite las enfermedades?]

[Ver: ¿Milagro en cuarentena?: un pueblo experimentó curiosos sucesos en la transmisión de una misa]

 

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