La castidad es, por lo que yo puedo decir, una de las palabras mal entendidas en nuestro idioma. La gente piensa que la castidad es represiva, degradante y antinatural. ¡Pero no pueden estar más lejos de la verdad!

En lugar de eso, la castidad dice que el sexo, nuestros cuerpos y nuestros deseos son tan buenos que son sagrados, por lo que merecen ser respetados y venerados. La castidad no es decir “no” o cumplir reglas, es un SÍ ENORME al AMOR AUTÉNTICO.

1. La castidad es “no tener sexo nunca”

La definición de “abstinencia” es “contenerse de algo”. Sería como decirte que no pienses en elefantes rosados. ¿En qué pensamos si digo eso? ¡En elefantes rosados!

Mientras la abstinencia te dice lo que no debes hacer, la castidad en cambio te llena los espacios en blanco y te da instrucciones para una vida plena y satisfactoria.

La abstinencia se enfoca en el “no”. La castidad es un rotundo “¡SÍ!” al amor auténtico y una afirmación radical del valor de nuestra sexualidad.

2. La castidad es “solo hasta el matrimonio”

La gente parece pensar que la castidad es un requisito que se debe cumplir una sola vez. No lo es. La castidad es una virtud —un hábito de toda la vida que te lleva a hacer lo correcto— como lo es la honestidad, la paciencia o la amabilidad.

Lo mismo se aplica a la castidad. Sin importar la edad o la vocación, esta virtud es para todos. Créeme, eso es algo muy bueno.

3. La castidad es “sólo para curas y monjas”

Recuerda que la castidad es una virtud: el hábito de hacer lo correcto con nuestra sexualidad. ¿Tiene sentido casarse y de pronto dejar de hacer lo que es bueno con nuestros cuerpos, mentes y corazones? ¡Claro que no!

La castidad se ve diferente para las diversas vocaciones. A continuación están los tres estados básicos de la vida (cualquier persona en el planeta puede ser incluida en una de estas tres categorías):

a) Soltero:

En este caso, “soltero” significa “no comprometido permanentemente”, así que esto también aplica a los enamorados. Debido a que la gente soltera no ha hecho votos con alguna otra persona mediante la palabra (votos matrimoniales), es muy pronto para hacer “votos” similares con sus cuerpos (intimidad sexual). Por lo tanto, en este estado, la castidad se centra en la construcción de relaciones saludables que tienen el potencial de convertirse en matrimonios fuertes. Esto implica la época de enamoramiento, crecer juntos en Cristo, conocerse a sí mismos, etc. Entonces, la castidad para personas solteras sí implica la abstinencia pero es mucho más que eso.

b) Casado

Una forma en que las parejas casadas practican la castidad es a través de la intimidad sexual. Sí. Leíste bien. Cuando dos personas han hecho un voto permanente con sus almas en el altar, es apropiado que hagan un voto similar con sus cuerpos para que el compromiso los involucre en su totalidad. Sin embargo, el matrimonio también implica tiempos de abstinencia por diferentes razones (enfermedad, viaje, un cónyuge cansado, planificación familiar natural, etc.) y esos tiempos de abstinencia también pueden ser una expresión de amor.

c) Vida religiosa o sacerdocio

Los sacerdotes y religiosos son individuos que renuncian intencionalmente al matrimonio humano. ¿Por qué? Porque están saltando directamente al matrimonio divino para el que todos estamos creados. El matrimonio humano es simplemente un reflejo de la unión definitiva para los que hemos sido creados y que tendremos con la Trinidad. Así como un esposo y una esposa se dan totalmente al otro, los sacerdotes y religiosos se dan completamente a Cristo y a la Iglesia. En esta vocación, la castidad involucra la abstinencia, pero también una profunda e intencional vida espiritual, y sacrificio.

4. La castidad “limita la felicidad”

En su esencia, la castidad se trata de perseguir al amor auténtico. El amor —poniendo el bien supremo del otro sobre el nuestro— puede implicar sacrificios difíciles. Naturalmente, la castidad puede ser un reto, también. Pero la intimidad sexual es mucho mejor cuando está fundada en el amor verdadero. El amor real vale la pena y la castidad es una manera de llegar hacia él. No es de extrañar que el Papa San Juan Pablo II dijera que la castidad es el “camino seguro hacia la felicidad”.

5. La castidad es “privarte de la libertad”

La mayoría de personas piensa que la libertad es “hacer lo que quieras”. Pero, ¿es cierto esto? ¿Acaso nuestros deseos no pueden esclavizarnos a veces? Imagina a alguien que probó cocaína en una fiesta y hasta ahora no puede dejar de usarla. La cocaína se llevó cualquier libertad existente. En cambio, la verdadera libertad es la habilidad de hacer lo que debemos hacer. Tomando buenas decisiones, mantenemos nuestra capacidad de elegir. La castidad mantiene intacta nuestra libertad.

Fuente: La Opción V

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