La aparición de la Virgen María y un ángel ante tres pastorcitos en Fátima, Portugal a principios del siglo XX es uno de los milagros más populares en la historia de la Iglesia.

Entre los mensajes que recibieron los niños destacan intensos llamados a la conversión personal y 5 hermosas plegarias.

Estas son las 5 oraciones que los pastorcitos recibieron en Fátima:

1. La oración de Fátima

“¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén”.

La Virgen María pidió a los niños que las fieles deberían agregar esta oración al final de cada misterio del Santo Rosario.

2. Oración de reparación

“¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman!”

Esta oración fue dada a los niños por el Ángel que los visitó un año antes que la Virgen.

3. Oración del Ángel

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores”.

Esta es otra oración enseñada por el Ángel mientras sostenía un cáliz sobre el cual flotaba una hostia consagrada de la cual caían gotas de sangre.

4. La oración eucarística

“Santísima Trinidad, te adoro, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento”.

Cuando la Virgen apareció ante los niños el 13 de mayo del 1917, ella les dijo “Tendréis que sufrir mucho, pero la gracia de Dios estará con vosotros y os fortalecerá”. Según Lucía, mientras la Virgen les decía aquello una luz proveniente de sus manos los envolvió y ellos, maravillados por aquella visión, cayeron de rodillas y dijeron en coro aquella oración que les brotó del corazón.

5. Oración de sacrificio

“Oh Jesús mío, es por tu amor, en reparación de las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María y por la conversión de los pecadores [que yo hago esto]”.

Nuestra Señora le enseñó esta oración a los niños el 13 de junio de 1917. Podemos usar esta oración cuando queramos ofrecerle algún sacrificio a Dios.

¡Santa Madre, gracias por regalarnos estas oraciones!

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