Todo el mundo se pregunta cómo era Jesús. Desafortunadamente no lo sabemos. Todas las representaciones realistas que tenemos de Él fueron hechos mucho tiempo después de su Ascención (y todas son muy distintas). Tampoco ayuda el hecho de que la representación más antigua de Jesús no es nada realista.

¡La representación más antigua es un grafiti anticristiano!

Public Domain, Wikipedia
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Es difícil notarlo, pero en esta versión coloreada se aprecia más claramente:

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Esto es lo que pasó aquí:

Este es el Grafito de Alexámenos, y fue descubierto en 1857 grabado en la pared de yeso en una casa de la antigua Roma. Ha sido datada entre el siglo I y III.

En ese grabado se puede leer “¡Alexámenos, adora a dios!” debajo de la figura de un burro crucificado. Los estudios indican que fue un intento de burlarse de la fe cristiana de alguien llamado Alexámenos (quien se supone que es la figura que aparece al costado del crucificado).

Ahora, el hecho de dibujar a Cristo con la cabeza de un burro solo podría significar una burla a Jesús. Pero hay otro elemento: en el siglo III Tertuliano escribió que la gente en la antigua Roma creían que los cristianos adoraban a un burro. No está claro por qué la gente pensaba esto.

Otro dato curioso es que en la misma casa se pudo encontrar otra inscripción que dice “Alexámenos el fiel”. Algunos piensan que se trata de una respuesta para defender a Alexámenos por las burlas de la primera imagen.

Por otro lado tiene sentido que la más antigua representación de nuestro Señor sea una burla. La escritura nos dice que “El, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios
como algo que debía guardar celosamente: 7 al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz”.  (Filipenses 2, 6-8)

Los cristianos debemos recordar que estamos llamados a seguirle, soportando el odio y desprecio del mundo, siguiendo el camino de la cruz.

[Ver: Esto decían los primeros cristianos mientras eran martirizados]

[Ver: El hereje volador: de cómo San Pedro derrotó a Simón el Mago]

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